miércoles, 1 de agosto de 2007

CIRCUS MAXIMUS “Isolate”

(Frontiers / Mastertrax)

Un par de años después de su ópera prima, reaparecen en escena los noruegos Circus Maximus con una nueva e interesante entrega discográfica. Un disco que bajo el titulo de “Isolate” supone, en mi opinión, una importante mejoría respecto a su predecesor ofreciendo mayor variedad y cercanía al receptor, con la única variación en el seno de la banda en el puesto de teclista ocupado para este último disco por Lasse Finbraten que sustituye a Espen Storo. El resto siguen siendo los mismos, con la destacada presencia del vocalista Michael Eriksen que lo hace muy bien a lo largo del disco con buenos registros bastante melódicos, que se adaptan a las elaboradas composiciones del mismo. Las guitarras de Mats Haugen comparten protagonismo con los teclados del mencionado Finbraten, mientras que el batería Turls Haugen y el bajista Glen Mollen cumplen su labor sin destacar en exceso. Como comentaba en el inicio uno de los puntos fuertes de este trabajo es su variedad, siempre de una línea bastante homogénea de rock progresivo marcadamente melódico, pero aportando matices interesante en cada uno de sus cortes. Comienzan de forma contundente con la potente y algo machacona “A Darkened Mind” de afilados riffs y con la más densa “Abyss” en la que los teclados crean una ambientación oscura, casi gótica. Un ambiente que sigue presente en “Wither” pero con algo más de claridad recordando por momentos a sus paisanos Kamelot. Sigue el crecimiento de brillantez con la instrumental “Sane No More” en la que demuestran que el “Metropolis” de Dream Theater le tienen bastante escuchado, y sobre todo con “Arrival Of Love” un fantástico tema con unos teclados totalmente hard rockeros y una dinámica alegre y pegadiza que lo convierten en mi favorita del álbum. A continuación se relajan con la balada “Zero” bien construida con el piano marcando la pauta para romper con la guitarra de Haugen y la voz de Eriksen. Ambos junto al resto de la banda se explayan a gusto en la extensa y totalmente progresiva “Mouth Of Mandes” llena de cambios de registro y habilidades instrumentales, aunque sin mucha consistencia en sus más de doce minutos de duración. La vena más épica sale a relucir en “From Childhood’s Hour” bien equilibrada por grandes voces y melodías de guitarra bastante interesantes, y sobre todo en la final “Ultimate Sacriface” que también se excede en su minutaje sobrepasando los nueve, aunque con un curioso final a modo de reprise instrumental y orquestado. Un interesante final, para una interesante obra con muy buenos momentos instrumentales bien ensamblados con la voz de Eriksen, que si sigue creciendo puede convertirse en una de las grandes esperanzas vocales para el futuro siguiendo la estela de grandes como Tony Harnell, o Roy Khan.

Mariano Palomo

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