jueves, 24 de abril de 2008

WEDNESDAY 13 “Skeletons”

(Demolition Records / Avispa)

Curiosa mezcla de sonidos la que nos propone el vocalista y guitarrista de Murderdolls con esta nueva entrega de su proyecto en solitario. Siguiendo con la temática de terror que siempre le ha acompañado en su carrera, Wednesday 13, combina sonidos industriales y saturados con ritmos más puramente hard rockeros, destacando la aportación a la guitarra de su compañero en Murderdolls Acey Slade, dando vidilla a la compacta y potente base formada por el bajista Nate Manor y el batería Racci Shay. Hay temas realmente enérgicos y saturados, caso de “Scream Baby Scream” con sus aires industriales y sus buenos cortes de ritmo de batería con la voz de Wednesday aterradora a lo Marilyn Manson, o “Put Your Death Mask On” más oscura y machacona. Un rollo más macarra y hard rockero destilan “From Here To The Hearase” o la destacable “Not Another Teenage Anthem” de guitarras más limpias y estribillo pegadizo recordando a unos Hardcore Superstar cabreados. Siguiendo esta línea pero con un punto más sencillo y garagero encontramos la irónica “With Friends Like These…” de guitarras rasconas y directo estribillo, al igual que “Gimme Gimme Bloodshed” más acelerada a lo Metallica del “Garage Inc.", tan sencilla como efectiva, al igual que la rabiosa “No Rabbit In The Hat”. La onda más industrial y oscura domina en “Skeletons”, más teatral recordando a Lordi o Alice Cooper en su faceta más tétrica y terrorífica, en “All American Massacre” donde se embarullan riffs pesados y voces rasgadas, o en la triste y sosa “Dead Carolina” que cierra con su ritmo lento y cansino. Entre medias queda “My Demise”, donde mezclan guitarras acústicas y eléctricas agresivas con voces melancólicas en un corte atormentado y sin demasiada gracia. Un disco en general bastante enérgico, con buenas intenciones, pero por momentos algo espeso y embarullado, y que creo gustará a los seguidores de bandas del Terror Metal más rockero.
Mariano Palomo

AUGER BANE “On Wings Of Fallen Rock”

(Negative Earth / Avispa)

Nueva banda el Reino Unido que aparece en escena para ofrecernos su rock sencillo, con toques stoner y setenteros, pero matices actuales. Auger Bane surgieron del sur de Londres hace tres años y fue a finales del pasado 2007 y tras varios cambios en su formación cuando se decidieron a dar forma este primer trabajo titulado “On Wings Of Fallen Rock”. El disco contiene retazos interesantes, caso de “Wolf Of The River” que adornan con las guitarras más hard rockeras a lo Thin Lizzy de Darren Beasley dotando de un ritmo más alegre a la composición, como sucede en “Black Wine” que se acelera y endurece un poco a lo Almighty pero manteniendo una buena melodía y llegada, y con pinta de single. Tampoco quedan lejos de esta onda “Thuggernaut” con su ritmo alegre, de guitarras rasconas y saturadas acompañando a la agresiva voz de Daniel Shepard, mientras la más puramente rockanrolera “Bad Eyes & Burdens” tiene reminiscencias sementeras de los primeros AC/DC en sus riffs aunque la alargan en exceso, y la inicial “Dragonfly” entra en terrenos más garageros con unas guitarras más sucias. También rockanrolera pero mucho menos intensa resulta “Skynful” con una machacona y simple combinación de caja y guitarra que acaba haciéndose cansina, como lo son la más oscuras “The Long Walk” con su ambiente triste y acústico, a pesar de su buen solo, “House Of The Scorpion” muy densa con la guitarra estridente a lo Zakk Wilde, o “Furious Woman” en la que tiran de onda stoner Sabbath resultando bastante pesada. El tema título que cierra el disco con sus más de ocho minutos de duración resume lo que me ha parecido todo el trabajo, alguna cosa interesante, pero que en general se me hace demasiado largo y monótono. Para fans de los sonidos más pesados, que no más duros.

Mariano Palomo

miércoles, 23 de abril de 2008

HEADHUNTER “Parasite Of Society”

(AFM / Avispa)

La banda paralela del líder de Destruction, Schmier, vuelve con nuevo disco bajo el brazo aprovechando el tirón de las reediciones de sus tres anteriores obras de la primera mitad de los 90’s. El bajista y vocalista alemán, vuelve junto a sus compatriotas y compañeros de andanzas orginales, Schmuddel a la guitarra y el experimentado y pluriempleado Jörg Michael a la batería. El disco ofrece lo que podíamos esperar de una banda como Headhunter, heavy metal potente, veloz, rozando el speed y thrash, con buena aportación instrumental y sin demasiadas florituras. Cortes acelerados e impactantes como “Parasiste Of Society” que, tras la curiosa y breve “3rd Man Introduction”, da título y abre el trabajo con voces rasgadas y pesadas guitarras, o la más dinámica afilada “Silverskull” en la que el sonido heavy metal old school centroeuropeo está más que patente, al igual que en la más agresiva y algo embarullada “Doomsday For The Prayer” en la que destaca un buen solo de guitarra a cargo de Schmuddel. Se acercan más al thrash con “Egomaniac”, de base machacona aunque con toque técnico en sus cambios de ritmo a lo Mekong Delta que la hace destacable, como a la más pausada e intimista de aires épicos en sus coros “Backs To The Wall”. Unos aires que también aparecen en la más oscura y repetitiva “The Calling” cuyas guitarras me recuerdan a los americanos Metal Church, mientras que los sonidos más clásicos a lo Judas / Motorhead se apoderan de “Read My Lips” aunque sin acabar de redondear la faena. La parte más pesada y oscura la ponen “Remission” con su atmósfera tétrica y “Payback Time” que es la más floja del disco por su falta de ritmo. Como curiosidad incluyen dos versiones, bastante fieles y dignas las dos, una previsible aunque poco habitual como es “Rapid Fire” que abría el glorioso “British Steel” de Judas Priest con la voz de Schmier lógicamente más oscura que la de Halford, y la otra bastante sorprendente del “18 And Life” de Skid Row, un poco más lenta que la original, con la voz bastante agresiva pero con el solo de guitarra más flojo. Un buen par de guindas para un jugoso pastel que, sin ser la quintaesencia del metal, sí supone digno y competente trabajo de regreso.
Mariano Palomo

KING’S X “XV”

(Inside Out / Mastertrax)

Veinte años han pasado ya desde que este trío tejano publicara su primer trabajo, “Out Of The Silent Planet”, convirtiéndose en este tiempo en una de las bandas de culto más reconocidas dentro del rock ecléctico, difícilmente etiquetable y que, para que nos entendamos, han hecho siempre lo que les ha dado la gana en cada momento. Eso sí, con bastante calidad instrumental y buen gusto, con sus lógicos altibajos, y tirando de la esencia del rock más crudo, pasando por el blues, el funky e incluso sonidos industriales más potentes que algunos han asociado con el progresivo. Y todo esto se refleja en el decimoquinto álbum, recogiendo esos ingredientes y volcándolos en un puñado de temas con desigual fortuna en su resultado final. Los hay realmente interesantes e intensos, llenos de rotundidad y energía rockera, como es el caso de “Pray” que se encarga de abrir el disco con cierto toque funky-industrial por su poderosa base, con el bajo muy presente del también cantante negro, Doug Pinnick, al igual que en la alegre, directa y cañera “Alright” acertadamente escogida como single y donde los sonidos más grajeros cercanos a los Ramones se hacen presentes. Igualmente interesante son “Go Tell Somebody” con pegadizos coros de esencia funky con aires gospel y una combinación notable de la percusión de Jerry Gaskill y las buenas guitarras de Ty Tabor dando brillo al tema, o la también enérgica “Move”, que a pesar de su inicio relajado va creciendo con buenos y rockeros riffs derivando en uno ritmos cercanos a Living Colour o Red Hot Chilli Pepers. No está tampoco mal “I Don’t Know”, un poco más melódica con voces más cercanas al pop indie y con guitarras más relajadas, y ya menos atractivas me resultan “Rocket Ship”, cañera, con riffs pesados y con unas voces dobladas demasiado opacas, como más o menos le sucede a la más original “Broke” aunque esta con unas guitarras más cuidadas y unos coros más limpios, despareciendo ambos elementos en su sucesora de tintes algo grunge “I Just Want To Live” que pone un toque más nublado y pesimista. Ese toque sigue pesado y oscuro presente en “Stuck” sobre todo en las guitarras, arreglándose un poco por las voces, que recuerdan algo al único grupo decente del estilo como fueron y siguen siendo Pearl Jam. Bajan bastante el nivel con las deprimentes y melancólicas “Blue” y “Repeating Myself”, perfectamente obviables, al igual que el primer bonus track “Love And Rockets (Hell’s Screaming)” demasiado oscura a pesar de su buen solo de guitarra. El otro bonus, “No Lie” que cierra el CD es una cachondada a ritmo de blues pesado que evoca cualquier noche de borrachera de la banda en la que de nuevo la guitarra destaca con un sonido hueco a lo Brian May que contrasta con la atmósfera de garito lleno de humo de traslada, aunque acaba siendo algo rallante. Cierre curioso, para un curioso e irregular trabajo, que no hace más que reflejar la identidad de este siempre original combo.
Mariano Palomo

jueves, 17 de abril de 2008

WHITESNAKE “Good To Be Bad”

(SPV / Mastertrax)

Una vez más Mr. Coverdale ha sido capaz de recomponer la figura y ha conseguido juntar una buena formación y escribir un puñado de buenas composiciones para regresar con un más que competente nuevo trabajo en estudio. Desde 1997 con aquel “Restless Heart” y con el aperitivo que supusieron los magníficos cuatro temas nuevos que acompañaban al reciente directo “Live In The Shadow Of The Blues” hace un par de años (por cierto, no aparece ninguno en este nuevo trabajo), estábamos huérfanos de un redondo completo de una de las bandas más grandes, influyentes y elegantes del hard rock mundial. La espera se ha ido paliando durante todos estos años a base de apariciones más o menos afortunadas con recopilatorios, directos, discos en solitario, colaboraciones, pero es ahora cuando vuelve el auténtico sonido Whitesnake, con nuevos temas aunque con reminiscencias muy claras a temas clásicos del grupo, quizá demasiadas y demasiado evidentes en algunos riffs y armonías. La voz de Coverdale, tremendamente cálida y potente, con el feeling de siempre y chillando algo menos que otras ocasiones, sin dar muestras de cansancio o desgaste, un auténtico abuelo gentleman que sigue siendo uno de los grandes. El resto de la banda cumple más que bien, sobre todo con las guitarras de Doug Adrich y Reb Beach sonando magníficas notándose ya los seis años que llevan competiendo su labor en la Serpiente Blanca y mostrando un alto grado de acoplamiento y sincronía que se echaba algo en falta en algunas de sus primeras actuaciones en directo. También toma algo más de presencia el teclista Timothy Drury, que en los shows en vivo pasaba prácticamente desapercibido, mientras que los más recientemente incorporados, el bajista Uriah Duffy y sobre todo el polifacético batería Chris Frazier, han conseguido que no echáramos de menos en esta grabación a sus enormes predecesores en sus puestos, Marco Mendoza y Tommy Adridge. Los temas en sí abarcan desde el hard rock más potente rozando el heavy de “Call On Me” de afilados riffs muy a lo “Still Of The Night”, pasando por el aire pesado de “Can You Hear The Wind Blow” de magníficas guitarras y buenas voces, al igual que la inicial “Best Years” con toque a lo “1987”. Por las mismas tesituras se mueve el tema título “Good To Be Bad”, con un inicio similar a “Fool For Your Loving” y resultando muy potente y directa, mientras “A Fool In Love” me resulta algo más pesada, recordando a “Cryin’ In The Rain”. Bastante más alegres y rockeras son el single “All For Love”, con buenos cortes de guitarras, cañera y melódica en su justa medida y con reminiscencias a la época Sykes e incluso a los propios Thin Lizzy, al igual que sucede en menor medida con la más rockanrolera “Got What You Need” con un riff muy AC/DC acompañando la versión más agresiva de la voz de Coverdale y a un magnífico solo de guitarra. El rollo rockero más setentero está presente en “Lay Down Your Love”, con inicio a capella, rompiendo sobre una poderosa base y un ritmo pegadizo y vacilón. Evidentemente los temas más lentos y relajados también tienen su buena cuota de protagonismo, como en cualquier disco de Whitesnake que se precie, y encontramos una profunda acústica como “Till The End Of Time” de sonidos western que recuerda a la etapa de Coverdale con Page y a temas del estilo “Wanted Dead Or Alive” de Bon Jovi. En la misma línea acústica, aunque algo más sosa, insertan “Summer Rain”, bonito medio tiempo, casi balada, tan cálido como falto de chispa, una chispa que por fortuna si aparece en la tremenda balada marca de la casa “All I Want, All I Need” llena de sentimiento, intensidad y pasión, adornada por unas preciosas guitarras. Un temazo que es de lo mejor de este buen disco, que gana puntos a cada escucha y que sin ser el mejor que ha hecho Coverdale si que mantiene el nivel exigible a un nombre como el suyo y al de Whitesnake. Lástima que de momento no vengan a presentarlo por aquí.
Mariano Palomo

jueves, 3 de abril de 2008

KAMELOT “Ghost Opera – The Second Coming”

(SPV / Mastertrax)

Por sorpresa nos ha llegado esta reedición del último trabajo de Kamelot. Resulta cuando menos curioso que se reedite un disco apenas un año después de su publicación, y más viendo como está el panorama en cuanto a la venta de material original últimamente. Pero el quinteto euroamericano, o su compañía, han tirado por la calle de en medio y ahora ponen en la calle este “The Second Coming” de “Ghost Opera” una segunda parte que ofrece como aliciente a los que ya tuvieran la primera edición, la inclusión de un segundo CD que incluye la grabación en directo en Belgrado durante su gira mundial del pasado año de diez temas con bastante buen sonido, y de cuatro temas nuevos en estudio, además de insertar dos video clips en el primer CD del disco original en estudio, uno recogido en la actuación del grupo en la capital serbia y otro del single “The Human Stain”. Sentimos no poder daros nuestra opinión sobre estos vídeo clips, ya que únicamente nos ha llegado el segundo CD, por lo tanto nos centraremos en éste. Los temas pertenecen casi en su totalidad a “The Black Halo” su penúltima obra en estudio y de la que hacían su presentación en la gira que recogieron en este disco y que completan en su inicio con cuatro cortes de “Ghost Opera”. Concretamente la intro “Solitaire”, el tema título que suena muy bien en vivo, al igual que el single “Human Stain”, y la más compleja “Mourning Star”, acompañada de destacadas voces femeninas y en la que brillan todos los componentes del grupo, pero sobre todo el guitrarrista Thomas Youngblood con un enorme solo. A partir de aquí todo se centra en “The Black Halo” con brillantes y directas canciones como “When The Lights Are Down” con buenos contrastes de la acelerada batería de Casey Grillo y los teclados de Oliver Palotai, para que Khan muestre su tremendo torrente vocal. A continuación se relaja con la preciosa balada “Abandoned” y comparte protagonismo con la vocalista de Epica Simone Simons en la magnífica “The Haunting” como ya hiciera en la versión en estudio del tema. Se explayan con “Memento Mori” en sus más de nueve minutos llenos de cambios de ritmo y clase instrumental, para hacer un guiño a otras formaciones con la breve y novedosa “Epilogue” un relajado paréntesis lleno de piano que repiten también en su versión en estudio, para cerrar definitivamente con la poderosa “March Of Mephisto”. En cuanto a los temas nuevos en estudio, amén del citado “Epilogue”, nos encontramos con un remix bastante retocado de “Rule The World” con más efectos y sonidos sampleados que cuesta un poco a la primera y donde se echan de menos las guitarras, y con dos estrenos como “Seasons End” bastante tranquila y elegante aunque algo apagada, y como “Pendulous Fall” algo más animada aunque por la misma línea sin resultar grandes descubrimientos ninguna de ellas. Como curiosidad y para los muy fans de la banda una reedición que puede resultar interesante por descubrir estos nuevos temas y por la buena calidad del directo de Belgrado, aunque teniendo el anterior “On A Cold Winter’s Night” quizá se queda corto.

Mariano Palomo

CIRCLE II CIRCLE “Delusions Of Grandeur”

(AFM / Avispa)

En estos días se pone en circulación el cuarto larga duración del proyecto del ex vocalista de Savatage Zak Stevens, Circle II Circle. Un disco que no se aleja de sus predecesores en cuanto a calidad y contenido musical, es decir, correcto en ambas facetas pero sin deslumbrar en exceso. Algo que podemos aplicar a la voz del propio Zak, cumpliendo con sus tonos oscuros sin exhibir excesivos matices y adaptándola perfectamente a las bases pesadas impuestas por el bajista Paul Michael Stewart y por el batería Robert Thomas Drenan, y a las buenas guitarras (para mí lo más destacado del disco) que insertan Andrew Lee y Evan Christopher. El sonido del disco en general es bastante limpio, aunque con un pesado sustento rítmico que en algunas ocasiones despunta con mayor brillantez, sobre todo por las mencionadas guitarras de Lee y Christopher. Dentro de estos cortes más brillantes podemos mencionar la inicial “Fatal Warning” potente, con trabajados y afilados riffs y con una acelerada base que contrasta con la voz más opaca de Zak, al igual que sucede con “Chase The Lies”, con la más pesada “So Many Reasons” alternada por buenos cambios de ritmo, o con las claras y dinámicas “Waiting” y “Forever” de coreables estribillos que tienen pinta de funcionar bastante bien en directo. Con toques más épicos de enraizada base heavy-power ochentena americana nos encontramos con “Soul Breaker” que me recuerda bastante a Fifth Angel, o con la más pausadas y melancólicas “Dead Of Dawn” y “Seclusion”. La versión más tranquila del grupo viene de la mano del medio tiempo “Echoes” en el que incluyen buenos arreglos de teclados recordando a la banda anterior de Stevens y resultando de lo que más me ha gustado del trabajo, mientras que la final “Every Last Thing” tampoco está mal en esa misa onda, aunque me llega algo menos. Como decía en el inicio, un disco correcto, que gana con las escuchas, y que vuelve a mostrar la honda huella dejada por el legado Savatage.

Mariano Palomo

martes, 1 de abril de 2008

ASIA “Phoenix”

(Frontiers / Mastertrax)

Han tenido que pasar más de veinte años para que la formación original de una de las bandas más grandes e influyentes del rock sinfónico – melódico vuelvan a grabar y publicar nuevo material en estudio. Los Asia de John Wetton (voz y bajo), Steve Howe (guitarra), Geoff Downes (teclados) y Carl Palmer (batería), cuatro músicos de un enorme nivel y que con tan sólo dos discos a principios de los 80’s revolucionaron el rock sinfónico dotándole de una comercialidad y accesibilidad desconocida hasta entonces para las bandas del estilo. Tras el deslumbrante éxito que les proporcionaron temas como “Heat Of The Moment”, “The Smile Has Left Your Eyes” o “Don’t Cry” demostrando como hacer composiciones comerciales para todo los públicos sin perder nada de calidad y nivel musical, los miembros del grupo empezaron a emprender nuevas aventuras en solitario y junto a otros músicos, siendo siempre sustituidos por otros que han sabido mantener el nombre de Asia a la altura que le corresponde. Pero siempre es una buena noticia una reunión de este tipo, recuperando algo de aquel sabor añejo que muchos disfrutamos en su momento, y creo que la vuelta ha sido bastante digna y que, aunque con matices, han sabido recuperar el sonido de entonces. El matiz más significativo en mi opinión es la escasa presencia de la batería de Carl Palmer, muy en segundo plano durante todo el trabajo y con mucho más protagonismo para las teclas de Geoff Downes que habrá hecho valer sus galones (por algo es el único que ha permanecido en el grupo desde el principio hasta ahora). Steve Howe, y John Wetton están en su sitio, presentes sobre todo este último sin apenas perder nada de clase y calidad en su voz con respecto a sus inicios (a pesar de los graves problemas cardiacos que le han hecho pasar por el quirófano en varias ocasiones), eso sí, siempre bien apoyado por los coros del resto del grupo, una de sus señas de identidad. Otras como la brillantez instrumental, la accesibilidad de los estribillos y la solidez del sonido siguen presentes, aunque resultándome algo ralentizado en general y con algo menos de pomposidad y grandilocuencia. Los temas reflejan todos estos parámetros con cortes totalmente comerciales, claros y directos, como “Never Again” que abre el trabajo con teclas, voces y coros brillantes, la alegre “Shadow Of A Doubt” o “No Way Back” en la misma onda e insertada a modo de medley entre el sinfonismo lleno de guitarras cristalinas de “Sleeping Giant” y su posterior “Reprise”. Rebajando un poco el tono se mueven la más pop rockera “Alibis” que podría cuadrar como banda sonora de cualquier serie televisiva americana de los 80’s, aunque bien adornada con matices más sinfónicos, sobre todo por un gran solo de guitarra de Steve Howe, y la que cierra el disco “An Extraorinary Life”, un canto al optimismo y la positividad de la mano de Wetton una vez superados sus problemas de salud, en clave electro acústica y creciendo en intensidad. El toque más épico lo pone el inicio con fanfarrias de “Nothing’s Forever”, más pausada pero de nuevo con buenas guitarras en su interior, al igual que en el medio tiempo “Over And Over” que adornan con unas curiosas mandolinas. Nos encontramos con otra trilogía llena de sinfonismo en la que “Paralel Worlds / Vortex / Deya” forman una composición más uniforme con mezcla de sonidos acústicos, pianos, cálidas voces y melancólicas guitarras en su tramo final, llegando a cotas más progresivas en “Wish I Don’t Know All Along” algo más intimista y recordando a la época más reciente del grupo con John Payne. Por supuesto también hay buenas baladas, destacando “Heroine”, que me recuerda a la magnífica “The Smile Has Left Your Eyes”, llena de emotividad y calidez; no están mal tampoco “I Will Remember You” y “Orchard Of Mines” que aunque algo menos intensas mantienen buen nivel instrumental, sobre todo de guitarras. Se redondea así un buen disco que nos devuelve a los Asia más clásicos y que estamos deseando disfrutar en directo. Ya queda menos.
Mariano Palomo