jueves, 16 de agosto de 2007

EDEN’S CURSE “Eden’s Curse”

(AFM / Avispa)

Parece que las ententes internacionales funcionan bastante mejor a nivel musical que político. Buena prueba de ello es este nuevo proyecto que toma prestado el apellido de su vocalista americano Michael Eden que hace unos meses empezó a trabajar con el bajista británico Paul Longue (Cry Havoc, David Readman), y a los que se han unido su compatriota Pete Newdeck (Steve Grimmett Band, Paul D’ianno) a la batería y los germanos Thorsten Koehne (Code Of Perfection) a la guitarra y Ferdy Doernberg (Axel Rudi Pell, Rough Silk) a los teclados. Todos ellos se han marcado un muy buen trabajo de hard / heavy melódico en el que encontramos elementos característicos del estilo en su vertiente más europea, esto es, fuerza y calidad muy destacable en las guitarras, coros y voces cuidadas hasta el extremo, arreglos de teclados que dan color y matices a los temas, solidez y poderío en sus bases rítmicas, y sobre todo unos muy buenos temas que llegan y se quedan en el recuerdo sin apenas esfuerzo. Y además todo esto barnizado con una brillante producción una vez más a cargo del casi infalible Dennis Ward, ayudado en esta ocasión por el duo Eden / Longue (este último repitiendo experiencia tras su trabajo en el disco en solitario de David Readman), y de una variedad estilística que puede atraer desde los más fieles seguidores del heavy metal tradicional, hasta los más habituados sonidos más melódicos. Comienza la historia con “Book Of Life” una intro, narrador incluido, que da paso a la poderosa “Judgement Day”, puro heavy melódico de guitarras afiladas y potente pegada, amén de penetrante estribillo que adorna la magnífica voz de Eden. Una característica esta última que se mantiene a lo largo de los casi setenta minutos de duración del disco, y que se hace especialmente patente en los siguientes cortes, “Eyes Of The World” en una onda más melódica con preciosas guitarras y de lo más pegadizo del trabajo, al igual que “Stronger Than The Flame” en una onda más hard rockera, notándose bastante en ambas la mano de Carsten “Lizzard” Schultz (ex Domain, Evidence One) encargado de la composición junto a Eden y dándoles un aire que recuerda bastante al de sus bandas. Como no podía ser de otra manera hay temas lentos, caso de la preciosa “The Voice Inside” con buenas y profundas guitarras y destacable presencia de piano. Se ponen más crudos en el inicio de “Fly Away” con unas guitarras más saturadas y modernas que luego desembocan en un corte mucho más melódico de nuevo con tremendo estribillo, recordando a los suizos Shakra en este tipo de combinaciones de sonidos, como sucede en “What Are You Waiting For” aunque esta algo machacona y menos brillante, continuando con la más tranquila que da nombre al proyecto “Eden’s Curse” también algo monótona. Remontan el vuelo a base de intensidad y potentes guitarras con “Don’t Bring Me Down” a la que además adornan buenísimos coros y arreglos de teclas, dentro de uno de los cortes más cañeros del álbum, pero sin olvidarse en ningún momento de la calidad y la melodía, al igual que en “Heaven Touch Me” con un tempo algo menos acelerado pero igualmente poderosa y directa, y en la que las guitarras parecen sacadas directamente del inicio del “Lionsheart” de Saxon. Se inicia la recta final de la obra con “The Bruce” otra intro con narración y ambiente épico que preludia a “Fallen King” que va creciendo en su desarrollo con aires más progresivos y grandes guitarras y coros recordando a los Code Of Perfection de Koehne, redondeando uno de los cortes más destacados del disco, que se cierra definitiva y curiosamente con “We All Die Young”, tema que apareciera en la banda sonora de la película Rock Star interpretada a la voz por Mike Matijevic (Steelheart) y a la guitarra por Zakk Wilde, y a los que Michael Eden y Throsten Koehne no tienen prácticamente nada que envidiar en esta versión. Como solemos decir en estos casos esperemos que nos se quede la cosa en un proyecto efímero y que tenga continuidad con el mismo nivel que este disco, realmente interesante en su conjunto y que ya se ha convertido en una de mis referencias destacadas del 2007.

Mariano Palomo

TANKARD “Best Case Scenario: 25 Years In Beers”

(AFM / Avispa)

El final del verano nos trae tras muchos años de espera el recopilatorio con los temas más clásicos y añejos de los alemanes Tankard. Celebrando su vigésimo quinto aniversario en activo, por fin nos ofrecen con el sonido que se merecen quince cortes de la primera etapa de la banda con el sello Noise desde 1986 a 1995, con trabajos como “Zombie Attack”, “Chemical Invasion”, “The Meaning Of Life” o “Stone Cold Sober” que por desgracia en su momento no tuvieron una producción demasiado decente, y que ahora han regrabado con mucha más brillantez que antaño. Algo en lo que ha tenido mucho que ver Andy Claasen, que se ha encargado de la producción, mezcla y masterización del disco, consiguiendo un sonido tan rotundo como brillante, sin perder nada del espíritu y esencia de los temas, y ganando muchísimo en calidad de sonido. Aparte de la labor de Claasen, evidentemente hay que atribuir el mérito que les corresponde a los miembros del grupo, desde sus dos fundadores y únicos que grabaron originalmente estos temas en su momento, el vocalista Andreas “Gerre” Geremia y el bajista Frank Thorwarth, hasta los menos experimentados en la banda Olaf Zissel (batería) y Andy Gutjahr (guitarra). Todos exponiendo sus mejores armas para llenar de caña, diversión y adrenalina todos y cada uno de los surcos del CD, con las indispensables referencias cerveceras a lo largo del mismo, desde su portada jarra de Frankfurt presidiendo, hasta los títulos de sus himnos: “(Empty) Tankard” fiesta total a base de riffs y velocidad con esos coros finales brutales que te hacen brindar sin remisión; “The Morning After” con la resaca como protagonista (si podéis encontrar su video clip no os lo perdáis); “Beermuda” en referencia a una hipotética isla caribeña llena de cerveza donde a más de uno le gustaría pasar sus vacaciones; “Freibier” en la que piden cerveza gratis para todos a base de buenos guitarrazos y contundentes coros (yo se la daría); y por su puesto su buque insignia “Space Beer” que hace que te muevas sin control con su ritmo casi bailable en algunos momentos y con sus contundentes cortes vocales. También destacable la inclusión del medley “Alcohol, Puke, Mon Cheri, Wonderful Life” que sólo apreció registrado en directo en 1991 dentro del álbum “Fat, Ugly & Live” y que ahora rescatan en estudio. El disco se completa con cortes realmente potentes como la inicial y acelerada “Zombie Attack” que daba título a su primera entrega, en la que también se incluía “Maniac Forces” llena de rabia y caña, siendo una de las que más me ha gustado. “Don’t Panic” se me hace algo más embarullada, aunque los cambios de ritmo sobre todo en el estribillo hacen que sea también destacable, y en “Chemical Invasion” vuelve a salir a relucir parte de su lado más fiestero con guitarras más rockanroleras en su inicio, aunque evidentemente luego vuelve a pasarnos por encima la apisonadora sonando como un cañón y demostrando por qué es otro de los indispensables del grupo. Algo que también le sucede a “Alien” que daba título a su exitoso maxi single de 1989 y que se convirtió en un icono de la banda, y del que también se recoge en este recopilatorio “666 Packs” en la que Gerre fuerza su voz para darle ese aire infernal que su título requiere, aunque lo que más me gusta del tema son las guitarras de Andy, con guiño a “Jesucristo Superstar” incluido, y que lo hace muy bien en todo el trabajo. A final se ponen algo más “serios”, (dentro de lo serios que pueden ser estos chicos), con “Nation Over Nation” que desprende rabia por los cuatro costados y es thrash metal ortodoxo sin concesiones, con “Two-Faced” en la que experimentan un poquito al principio de la misma pero luego más caña a base de afilados riffs y acelerados ritmos, y para cerrar definitivamente “Minds On The Moon” única que incluyen de “The Tankard” su disco de 1995 y que es más festiva con su estribillo absolutamente jarrero de cervecería y que es el perfecto broche para esta competente y currada entrega. Además en la edición limitada incluirán un segundo disco en el que 18 bandas más o menos conocidas (Paradox, Sacred Steel, Manticora o Paragon, entre otras) completan “A Tribute To Tankard” repasando la mayoría de los cortes del primer CD y alguno que otro más, pero de esto no os puedo decir nada porque no venía en la promo y no lo he escuchado. Todo ello supone una inmejorable oportunidad para hacerse con los temas claves de una banda que sigue demostrando sus actitudes musicales y cerveceras allá donde van. Si no los conoces te pueden sorprender como me ha sucedido a mi no hace mucho, si ya sabes de lo que estamos hablando, poco más te puedo decir, sólo que estés atento porque seguramente les tengamos muy pronto entre nosotros compartiendo caña y cañas. Taaaaaaaaankard, Taaaaaaaaankard!!!

Mariano Palomo

MEKONG DELTA “Lurking Fear”

(AFM / Avispa)

Estamos ante otro álbum de regreso. En este caso de una formación germana que llevaba diez años de silencio discográfico desde la publicación de su anterior trabajo “Pictures At An Exhibition” y que ahora vuelven con una formación completamente remozada en la que sólo permanece su bajista Ralph Hubert. El líder de la banda además se hace cargo de algunas guitarras y sobre todo de la composición de sus diez complejas piezas en las que participan acompañándole el brillante hacha Peter Lake que desarrollaba su labor en unos desconocidos para mi Theory In Practice y que me ha sorprendido gratamente por su agresiva y técnica forma de tocar, el sólido y pluriempleado batería Uli Kusch (Beautiful Sin, Ride The Sky) que se encarga de dar caña y ritmo sin tregua, y el original y personalísimo vocalista ex de Scanner y Angel Dust Leo Szpigiel que se acopla perfectamente con su voz a los ambientes oscuros y misteriosos creados por la música de Hubert. En este sentido me recuerdan a unos Mercyful Fate algo más densos, algo que por momentos consigue crear unas situaciones propias de banda sonora de terror, pero que en otros se me hace más pesado. El inicio es demoledor con “Society In Dissolution” un tema acelerado de base bastante thrash pero con unas guitarras técnicas y brillantes a cargo de Lake, bien secundado por “Purifcation” aunque esta menos rápida y más densa con voces espectrales dando ese toque misterioso que comentaba antes, y con algún toque progresivo por los cambios de ritmo que incluye. Más velocidad en “Inmortal Hate” en onda más heavy, con destacada aportación de Uli Kusch, volviendo a lucirse junto a Hubert y Lake en la instrumental “Allegro Furioso” en la que de nuevo aparecen toques progresivos para adornar una brillante y misteriosa composición. La continuación con “Rules Of Corruption” y “Ratters” se me hace más pesada, aunque las guitarras siguen brillando, y la voz de Szpigiel sigue mostrando curiosos registros. Nuevo corte instrumental y oscuro, en este caso “Moderatto”, adornada con arreglos orquestales bastante logrados que enriquecen su compleja estructura, sirviendo como preludio de la recta final del trabajo con la cañera “Defenders Of The Faith” de base machacona y guitarras afiladas, con la más experimental y progresiva “Symphony Of Agony”, para cerrar definitivamente con “Allegro” de nuevo en clave instrumental y acelerada aunque algo atropellada. Cierre curioso, para un trabajo interesante, denso e intenso, demasiado en algunas fases, y que recupera para la actualidad a una banda en su momento de culto dentro de lo que eran los sonidos más duros y oscuros de entonces, y que ahora descubro más a fondo con cierta sorpresa por su buena técnica instrumental y sus elaboradas composiciones.

Mariano Palomo

HANOI ROCKS “Street Poetry”

(Demolition Records / Avispa)

Vuelven a la carga Michael Monroe, Andy McCoy y compañía con nuevo disco bajo el brazo. En este caso tras el sugerente título de “Street Poetry” nos presentan trece cortes de variado pelaje, abarcando su sleazy garajero de siempre, toques rockabillies y psicodélicos, referencias setenteras y sus habituales himnos rockeros. El disco en general suena bastante bien, con temas de no excesiva duración y llegando con desigual fortuna en lo que a inmediatez y frescura se refiere. Encontramos piezas muy destacables en plan himno que tienen toda la pinta de funcionar a la perfección en directo, como es el caso de mi favorita “This One’s For Rock’n’Roll” que engancha con su omnipresencia coral y el ritmo que marca el batería Lacu a base de cencerro, mientras McCoy y Conny Bloom mantienen sus guitarras en segundo plano para dar brillo a los teclados de pianola a lo Quireboys, para cerrar con un buen solo de saxo. Otras de las más impactantes en esta línea son “Teenage Revolution” con más sentimiento a lo Thin Lizzy de nuevo con grandes coros y estribillo, “Tootin’ Star” que invita al baile con su rollo sleazy total y de nuevo con buen solo de saxo, o “Street Poetry” con más solidez y cuidado trabajo de guitarras y voces con un interesante toque vacilón. Más rockanroleros y directos muestran su actitud en la inicial “Hypermobile” con guitarras rasgadas y voces más melódicas, o en “Powertrip” más sucia y garajera con las guitarras marcando el paso con fuerza, algo que por el contrario se echa en falta en otras como “Transcendental Groove” más atropellada y que no acaba de arrancar, o en “Highwired” que apunta buenas intenciones pero tampoco termina de rematar a pesar de sus buenos coros y algún que otro arreglo psicodélico. Arreglos que también están presentes en “Worth Your Weight In Gold” que roza el medio tiempo sin acabar de llegarme con su combinación saxo-guitarras, y en el primer single “Fashion” que ya apareció hace unas semanas como adelanto y que a base de escucharlo cada vez me convence más aunque me costó bastante al principio. El aire retro con reminiscencias de los Rolling Stones está bastante presente en toda la obra, sobre todo en cortes como “Power Of Persuasion” con trompetas incluidas, o en la más tranquila “Walkin’ Away” donde se deja notar en mayor medida el bajo de Andy Christell. El cierre desenfadado viene con la instrumental “Fumblefoot And Busy Bee” que cuadraría perfectamente en cualquier banda sonora de película del oeste, con sonido de abeja incluido al final. Disco divertido, fácil de escuchar, pero que en algunas fases con algo de falta de brillo y excesivamente experimental. Cuando se dedican a hacer lo que mejor saben, sleazy rock’n’roll directo y macarra, lo hacen muy bien, y de ello hay buenas muestras en este trabajo, aunque no acaban de redondearlo. En cualquier caso interesante.

Mariano Palomo

lunes, 13 de agosto de 2007

ROBIN BECK “Living On a Dream”

(Frontiers / Mastertrax)

Como no podía ser de otra manera, la carrera musical actual de Robin Beck está muy ligada a la de su marido James Christian, vocalista de House of Lords. De hecho, ambos firmaron contrato discográfico con Frontiers, y los lanzamientos se suceden entre sí. La última entrega de Robin Beck se titula "Living On A Dream", y las influencias y la presencia de los actuales House of Lords, con James Christian al frente, son más que notables. Es el séptimo álbum de la neoyorquina, y quizás su álbum más agresivo y directo. Para mí, su voz suena más cruda y poderosa que nunca, y me recuerda a su mejor disco, “Trouble Or Nothing”. El trabajo de las composiciones, tanto musical como letrísticamente, es muy bueno, con un mano a mano directo entre Robin Beck y Christian, que firman todas las canciones. Quizás con mejor producción (me suena demasiado plano y sin brillo, lamentable siendo James Chrstian y Tommy Denander los productores) podríamos estar hablando de uno de los mejores trabajos melódicos del 2007. La mayoría de las canciones desprenden calidad y energía a partes iguales, especialmente en el tramo inicial del disco. Temas directos y pegadizos como “Living On A Dream”, “Show Me The Way” o “Love Me Like A Man” derrochan pasión vocal y marcados estribillos. Las guitarras de Jimi Bell están presentes y endurecen las melodías, que suenan apasionadas, no edulcoradas, en el precioso medio tiempo “Always” (muy en la onda Heart) o en la corística y hermosa “Love Lies”. Mención especial para la preciosa balada “Till The Last Tear Drop Falls”, con un fantástico dueto entre Robin y James Christian, un lujo para los oídos. Un gran trabajo este “Living On A Dream”, con mejores composiciones que producción, que gustará por igual a los seguidores de Robin Beck como a los de House of Lords. Su música sigue en paralelo, como su vida misma.

Jesús "Nono" García

LOS ANGELES “Los Angeles”

(Frontiers / Mastertrax)

Michele Luppi se está consagrando, poco a poco, disco a disco, como uno de los mejores vocalistas de rock melódico actuales. Dotado de un timbre vocal tan personal como diferente, es capaz de llegar a notas poderosas y metaleros (es la voz de Vision Divine, la formación italiana de power metal), como de registros mucho más sensibles y melódicos. Ya lo demostró en su anterior proyecto AOR en solitario, llamado Heaven (extraordinario disco “Strive”, muy en la onda Boston), y ahora con este nuevo lanzamiento, llamado Los Angeles. Michele Luppi siempre reconoció las influencias de otros grandes vocalistas melódicos como Eric Martin, Glenn Hughes o Mark Free, entre otros. Bien aconsejado por Fabricio Grossi y por Tommy Denander (este tipo está en todas), se marca un gran disco, en la línea del mejor rock melódico americano de los 80. Los Angeles es un proyecto de origen italiano, con Luppi a las voces, Frankie de Grasso a la batería y Fabricio Grossi al bajo, pero con Tommy Denander a las guitarras y la colaboración especial de Greg Giuffria (House of Lords) a los teclados. Este proyecto arranca con la directa y pegadiza “I Will Carry You”. Finas composiciones de rock melódico con regusto del pasado como “I Must Be Blind” o “The Other Side”. Otro terreno donde Michele se mueve como pez en el agua es el terreno de los medio tiempos y las baladas, confiado en su cálida voz, como “Thanks To You”, “When You Think Of Me” o “Measure Of A Man”, donde sus tonos son apasionados, manteniendo la intensidad de cada canción. Mis canciones favoritas de este proyecto llamado Los Angeles son la emocionante y pegadiza “Edge Of Forever”, y la maravillosa versión “Last Chance” de Night Ranger, una deliciosa canción donde Luppi ofrece lo mejor de sí. Insisto en que este disco me suena a los grandes trabajos de rock melódico USA de los 80, o similares a los nuevos del sello Frontiers como Vértigo, Over the Edge o Avalon, por ejemplo.
Jesús "Nono" García

THE MIRAGE “Viviendo Rock n´Roll”

(Toc Toc Records / Discmedi)

Conocimos a Mandi, vocalista del grupo gallego The Mirage, viviendo rock n´roll, es decir, poco antes del concierto que Journey ofreció en Madrid, en la primavera de 2007. Poco después nos hizo llegar el disco de la banda, un trabajo cargado de actitud y compromiso por el rock y de buenas composiciones. No debe ser nada fácil abrirte un hueco en el panorama del rock nacional si vives en Galicia. De hecho, tampoco es fácil para las bandas de origen madrileño o barcelonés, pero la oferta musical y las compañías discográficas están en las grandes capitales. Además, el hard melódico potente de Mirage está menos de moda que el power metal de Avalanch o Warcry, o el folk metal de Mago de Oz o Ars Amandi, por ejemplo. Sin embargo, como reza el primer tema de su disco, “Sal En Las Heridas”, son duros y no se rinden fácilmente. Con un trabajo totalmente autofinanciado, The Mirage presentan un hard rock melódico poderoso y directo, muy en la línea de los 80. Los riffs de guitarra arropan las melodías, intensas y con buenos coros, muy pegadizas. Las letras hablan de la vida misma, del día a día, de cómo nos identificamos con el Rock, para muchos una forma de vida. Por eso el título del disco, "Viviendo Rock n´Roll", un título más que adecuado. Como os decía, una formación gallega de calidad, musicalmente sincera y honesta, que recoge el legado y las influencias de míticas bandas como Bon Jovi, Whitesnake o españolas como Sangre Azul o Banzai. Los vigueses defienden tanto en el disco como en directo este legado. Por ejemplo, la intensa y directa "Sal En Las Heridas", cargada de mensaje, o la lírica Buscando en tu interior, con recuerdos a la buena época de Bon Jovi. En efecto, The Mirage tocan hard rock de toda la vida. Además, aportan notables arreglos en sus canciones, como la intro de piano en la intimista balada “Entre Tú y Yo”. Otra gran canción, muy directa y pegadiza, es “Otra Noche, Otra Ciudad”. Su música no está falta de compromiso y denuncia, como en “Mar De Mentiras” (con la desgracia del Prestige de fondo). Para mí, The Mirage es mucho más que una prometedora banda de hard rock melódico viguesa. Es una formación de calidad, llena de compromiso y actitud por el rock, que nada contra corriente. Ahora que gustan otros estilos tan repetitivos como el power metal, el folk metal, etc. The Mirage nos proponen recordar el buen hard rock de los 80, aquella bendita música que nos enganchó para siempre y que hace que tengamos alma de Rock n´Roll para toda nuestra vida.
Jesús "Nono" García

viernes, 3 de agosto de 2007

LILLIAN AXE “Water’s Rising”

(Locomotive Records)

Lillian Axe: Banda de los ’80 que según cuenta la nota de prensa de la compañía, hace 15 años que no sacan un disco y regresan ahora con un brillante álbum de Hard Rock llamado “Water’s Rising”. Ah! Y eran colegas de grupos como Poison, Stryper o Queensrÿche. El avance contiene alguna frase más pero no recoge más que la cantidad de amigos que tenían los Lillian Axe y que han vuelto para comerse el mundo. Con toda esa magnífica información no sé si añadir algo mas o dar el comentario por finalizado ya que con esas ganas y contactos, supongo que a los chicos en una o dos semanas estaremos viéndolos y escuchándolos, por todas las televisiones y radio fórmulas. Por desgracia y debido a que soy un “plastapesao”, voy a intentar incluir algo más de “chicha”, sobre el comentario de este “Water’s Rising” y de la banda en cuestión. Quinteto americano de finales de los ’80, principios de los ’90. Comenzaron realizando Hard Rock de la época, pero, la banda tenía algo que los distinguía entre el amplio panorama de grupos de aquel periodo. Los riffs, quizás los ritmos de sus composiciones o la forma de entonar de su vocalista, Ron Taylor, denotaba melodías que dentro de lo usual, sonaban distintas. Acabaron la primera parte de su carrera con un Hard Rock Progresivo y un sonido algo más introvertido, con una obra de altísima calidad llamada “Psychozchizophrenia”. La banda la formaban: Steve Blaze, Guitarra y mayor artífice del quinteto; Darrin DeLatte, al Bajo; Jon Stern, segundo Guitarra; Tomy Scott, Bateria y Ron Taylor a las voces. En la actualidad, solo los dos primeros se mantienen en la formación, (o eso creemos ya que en la nota de prensa no pone nada y cuando llamamos a los Poison para preguntarles por ellos, estos estaban ocupados y no pudieron atendernos), lo que sí sabemos es que hace aproximadamente dos años se anunció el abandono de la banda de Taylor y Terrick Lefevre pasó a ser su nuevo vocalista. Con cinco CDs en estudio a sus espaldas, (sin contar con este), el último de ellos editado en 1999 “Fields Of Yesterday”, por la compañía Z Records. Posteriormente y bajo su propia distribución, editaron en 2002, un reciente, (en ese momento), doble en directo bajo el nombre de “Live 2002”. “Fields Of Yesterday”, mostraba un buen puñado de cortes, los cuales los Axe, tenían guardados de épocas mejores. Esto es mas o menos lo que nos muestran en lo que es, este, su nuevo CD, “Water's Rising” ya que por lo menos, 8 de los 12 cortes estaban ya grabados con mucha antelación. Hablamos de posiblemente, más de una década. En la nueva entrega de los americanos, el quinteto mantiene en parte el ritmo y el estilo propio de la banda, aunque ha perdido totalmente la “frescura” de la que gozara en la primera etapa de su carrera. Escuchando los cortes de este “WR”, se aprecia un oscurecimiento de lo que posiblemente fueran temas creados para un par de continuaciones de su cuarto trabajo. Canciones en forma de medio tiempo, cubiertas de riffs de guitarras mas agresivas y pesadas, con letras sombrías, (y no es que los Axe fueran la alegría de la huerta ya que estás, en bastantes ocasiones mantenían un trasfondo que iba mas allá de chicas, whisky, rock ‘n’roll), y que en conjunto crea un ambiente de pena y zozobra. Peeeero, (por suerte este “pero”, es positivo), no todo van a ser lágrimas y llantos como se comentaba anteriormente, al escuchar “Water's Risnig” y prácticamente en el grueso del CD, se aprecia perfectamente la esencia de la banda, con giros de melodía, cambios de ritmos y la voz “tocada” y sinfónica de Ron Taylor; ya que en todo el disco canta el vocalista original. Además la acústica obtiene gran protagonismo en varias canciones. Los títulos de los cortes son: “Water’s Rising”, “Antarctica”, “Become A Monster”, “Quarantine”, “I Have To Die Goodbye”, “Fear Of Time”, “Until The End Of The World”, “Fields Of Yesterday”, “Thrist”, “The 2nd Of May”, “Deep In The Black” y “5”. En conclusión, “WR”, no es un mal disco, simplemente hay que saber escucharlo con una mente abierta y algo de tiempo. Habrá que preguntarse que es lo que harán los Axe, cuando se le acaben las canciones guardadas. Pero, esto tiene fácil arreglo, con llamar a sus colegas, los Poison o Stryper seguro que nos lo cuentan todo con mucho gusto. Ay, nada como tener muchos amigos para poder triunfar en la vida.

Sergio Zapata

ZARPA “El Yunque Contra el Martillo”

(Karthago - andreshorrillo@hotmail.com)

¡Joder! ¡Joder! ¡Joder! Esto es lo que te viene a la cabeza tras escuchar el nuevo trabajo de Zarpa. No acabas de creerte lo que has escuchado. ¿Cómo se puede explicar con palabras una maravilla así? No las encuentro. Desde su retorno a la escena hace cinco años con “Luchadores de la Paz”, este es el tercer disco de su etapa actual, y creo que la obra cumbre de su carrera. Lo único que me entristece es pensar que se han puesto a sí mismos el listón tan alto, que en su próxima entrega va a ser muy, muy difícil estar a su propia altura. ¿Exagero? Quizá me quedo corto. Al CD no le falta de nada. Cortes instrumentales (“Retornando del Infierno”, “Preludio”), piezas lentas con un irresistible sabor medieval (“Días de Ilusión”) y sobre todo, caña, mucha caña de puro heavy metal de extraordinaria calidad. Me cuesta mucho destacar unos temas sobre otros, no hay nada de relleno, y eso que hay en total 18 canciones. ¡Y en ningún momento se hace pesado!. Quizá por lo emotivo de la letra, podría resaltar el auto-homenaje “La Zarpa y el Sable” (a buen entendedor, pocas palabras bastan). En cuanto al resto... ¿”Tokyo”? ¿”Fantasia”? ¿”Monje y Guerrero”? ¡Joder! ¡No puedo decidirme! Me quedo con todas. Hasta los bonus son cojonudos, esta vez Feijóo nos deleita con tres canciones en directo que documentan que esta gran banda en vivo no pierde nada, casi al contrario. Lo lamentable de todo esto es que la compañía, como es alemana, no tiene distribución en las tiendas españolas, al menos por el momento. De modo que para pillar esta obra maestra sólo hay dos opciones: o en los conciertos, o en el mail andreshorrillo@hotmail.com, desde donde te lo venden por sólo 10 euros. Para que no parezca que me dan comisión, diré que mi valoración de este álbum no es una chaladura mía, como prueba el hecho de que es compartida por el resto de la redacción de Alianza. ¿Me lo invento, Juanma?

Nacho Jordán

IRON SAVIOR “Megatropolis”

(Dockyard 1)

Tras haber girado Piet Sielk y Thomas Nack con Savage Circus, y después de tres años sin publicar discos, he de reconocer que llegué a temer por la continuidad de Iron Savior. Ha debido de ocurrir algo para que editen este trabajo con la desconocida compañía Dockyard 1 en vez de con Noise, su casa de toda la vida. Pero bueno, lo que importa es que el grupo sigue dando caña, y con la misma formación de su anterior “Battering Ram”. Musicalmente, el Salvador de Hierro sigue en su línea de siempre, no vemos novedades, quizá esta vez aparecen más temas a medio tiempo que en otras ocasiones, y, curiosamente, encuentro la voz de Piet ligeramente más ronca que antes. En cuanto a las letras, el gran aliciente para mí de esta banda power germana... pues muy buenas, como siempre. Se siguen centrando en la ciencia-ficción, adentrándose también en el género de terror. Pero, sin que sepamos el motivo, la narración de las aventuras del Iron Savior sigue en suspenso. Continuamos sin conocer el desenlace de la guerra con el Dark Savior. Si con esto Piet quería demostrar a alguien o a sí mismo que era capaz de escribir bien sobre otras temáticas, desde luego lo ha conseguido. Ya sólo falta que de una puñetera vez nos cuente el final de la historia, y luego que hable de lo que quiera. Lo curioso es que no olvida al personaje que da nombre a su banda, “Farewell And Good Bye” trata de nuevo del Salvador de Hierro. Quizá con ese título quiere decir que no volveremos a tener más episodios. Pero lo veo poco probable. En la edición extra viene el bonus “Hammerdown”, un canto a las motos que por lo visto es una versión, aunque no pone por ningún sitio de qué banda, y yo no conozco el original. En total diez canciones, de las que las mejores para mi gusto son la simpática “Cyber Hero”, que habla de los videojuegos, la tranquila “Cybernatic Queen”, y la cañera que da título al trabajo, cuya letra parece la segunda parte del “Return To The Past” de Gamma Ray. En conjunto, aunque no está al nivel de “Unification” ni de “Dark Assault”, las dos grandes obras maestras de la banda, el presente disco no deja de ser bastante bueno.

Nacho Jordán

miércoles, 1 de agosto de 2007

DAVID READMAN “David Readman”

(Frontiers / Mastertrax)

Tras una fructífera y brillante cosecha junto a Pink Cream 69, el vocalista británico David Readman ve cumplido uno de sus sueños y ve por fin publicado su primer álbum en solitario. Un disco cuyo sonido sin duda tiene mucho de la banda que le ha dado a conocer y con la que a crecido como músico, pero con unos matices algo más tranquilos y melódicos, aunque no demasiado, no llega a ser un disco de A.O.R. Es hard rock melódio de gran instrumentación, composición e interpretación, con temas que llegan con fuerza al oyente y mostrando a un Readman en su mejor momento de forma, y con abundancia de medios tiempos. Para la ocasión se ha hecho acompañar muy bien, sobre todo por el bajista Paul Logue (Eden’s Curse) que además de hacerse cargo de las cuatro cuerdas ha compuesto un par de temas. Destacables por su puesto las apariciones a las guitarras de Alex Beyrodt (Silent Force), Gerald Sänger, Tommy Denander y de su compañero en PC69 Uwe Reitenauer, todos ellos dejando su sello junto a los teclistas Eric Ragno (Takara) y Gunter Werno (Vanden Plas) y a los baterías Dirk Bruinenberg y Chris Schmidt. Además todo ello coronado por las manos maestras de Dennis Ward en la producción que vuelve a conseguir un sonido redondo y compacto como nos tiene acostumbrados. Los temas como decía antes recuerdan mucho a su banda madre con buenas melodías y pegadizos estribillos acompañados de potentes guitarras como sucede en la inicial “Without You” que ya engancha desde el inicio siendo perfecta para abrir fuego. Algo más contundente y densa es “Evil Combination” con afiladas guitarras dando empaque y fuerza al corte, para a continuación relajarse con el muy buen medio tiempo “Take These Tears” donde aparecen rivalizando en protagonismo teclas y guitarras recordando a los Whitesnake del “1987”. Llegamos al primer y acertado single del disco, “Don’t Let It Slip Away” lleno de melodía y comercialidad se mete en la cabeza sin remedio, y al que acompañan de un video clip en mi opinión demasiado edulcorado y bastante soso. Vuelve la vena más áspera y cañera con “No Peace For De Wicked” con unas guitarras bastante saturadas que ensucian un poco el tema, todo lo contrario que en “Long Way To Heaven” otro buen medio tiempo en el que se luce Readman junto a las teclas y las guitarras más limpias con buen solo incluido. Nueva subida de revoluciones con la rápida “Wild In The City” que encajaría perfectamente en los últimos trabajos de PC69 con el sonido característico de la banda alemana mezclando energía y melodía como pocos. Más tranquilidad de nuevo con “Gentle Touch”, tema correcto, pero algo soso y a estas alturas quizá ya llevamos demasiados temas tranquilos en poco tiempo. En esta continua montaña rusa volvemos a subir con “Prisoner Of Shame” otra vez con las guitarras en lo alto y recordando a PC69. El toque electro-acústico viene con “New Messiah” un corte de aires western, recordando un poco a lo último de Soul Doctor, aunque con algo menos de energía pero de nuevo con un buen solo de guitarra. La onda más acústica aun sigue con “Over The Ocean” en la que voces, percusiones y guitarras desenchufadas dan una curiosa ambientación al tema aunque no acaba de romper, siendo el preludio del final con la balada “Love In Vain” bastante intensa y sentida, bien construida y arreglada con sonidos de cuerda y teclados. Un buen disco en definitiva, probablemente podríamos considerarlo como el disco más tranquilo de Pink Cream 69, aunque me parece que le sobra algún tema lento y le falta algo de uniformidad. En cualquier caso creo que no defraudará los seguidores de la banda alemana y del buen hard melódico de corte centroeuropeo.

Mariano Palomo

CIRCUS MAXIMUS “Isolate”

(Frontiers / Mastertrax)

Un par de años después de su ópera prima, reaparecen en escena los noruegos Circus Maximus con una nueva e interesante entrega discográfica. Un disco que bajo el titulo de “Isolate” supone, en mi opinión, una importante mejoría respecto a su predecesor ofreciendo mayor variedad y cercanía al receptor, con la única variación en el seno de la banda en el puesto de teclista ocupado para este último disco por Lasse Finbraten que sustituye a Espen Storo. El resto siguen siendo los mismos, con la destacada presencia del vocalista Michael Eriksen que lo hace muy bien a lo largo del disco con buenos registros bastante melódicos, que se adaptan a las elaboradas composiciones del mismo. Las guitarras de Mats Haugen comparten protagonismo con los teclados del mencionado Finbraten, mientras que el batería Turls Haugen y el bajista Glen Mollen cumplen su labor sin destacar en exceso. Como comentaba en el inicio uno de los puntos fuertes de este trabajo es su variedad, siempre de una línea bastante homogénea de rock progresivo marcadamente melódico, pero aportando matices interesante en cada uno de sus cortes. Comienzan de forma contundente con la potente y algo machacona “A Darkened Mind” de afilados riffs y con la más densa “Abyss” en la que los teclados crean una ambientación oscura, casi gótica. Un ambiente que sigue presente en “Wither” pero con algo más de claridad recordando por momentos a sus paisanos Kamelot. Sigue el crecimiento de brillantez con la instrumental “Sane No More” en la que demuestran que el “Metropolis” de Dream Theater le tienen bastante escuchado, y sobre todo con “Arrival Of Love” un fantástico tema con unos teclados totalmente hard rockeros y una dinámica alegre y pegadiza que lo convierten en mi favorita del álbum. A continuación se relajan con la balada “Zero” bien construida con el piano marcando la pauta para romper con la guitarra de Haugen y la voz de Eriksen. Ambos junto al resto de la banda se explayan a gusto en la extensa y totalmente progresiva “Mouth Of Mandes” llena de cambios de registro y habilidades instrumentales, aunque sin mucha consistencia en sus más de doce minutos de duración. La vena más épica sale a relucir en “From Childhood’s Hour” bien equilibrada por grandes voces y melodías de guitarra bastante interesantes, y sobre todo en la final “Ultimate Sacriface” que también se excede en su minutaje sobrepasando los nueve, aunque con un curioso final a modo de reprise instrumental y orquestado. Un interesante final, para una interesante obra con muy buenos momentos instrumentales bien ensamblados con la voz de Eriksen, que si sigue creciendo puede convertirse en una de las grandes esperanzas vocales para el futuro siguiendo la estela de grandes como Tony Harnell, o Roy Khan.

Mariano Palomo

GREAT WHITE “Back To The Rhythm”

(Frontiers / Mastertrax)

Coincidiendo con el XXV aniversario de su fundación, vuelven a la escena los californianos Great White. Una banda que sin llegar a enloquecerme siempre me ha parecido bastante buena e interesante en estudio, pero tras ser testigo de su indecente playback hace unos años en la sala Caracol de Madrid, perdieron prácticamente todo su crédito para mi. Pero como el tiempo todo, o casi todo, lo cura y ahora tenemos entre manos este nuevo trabajo les hemos dado otra oportunidad. Además prácticamente desde aquella desafortunadísima aparición capitalina en la que venían presentando su anterior entrega discográfica “Can’t Get There From Here” (a fe que lo hicieron con total fidelidad) no habían vuelto a dar señales de vida, más que para su trágico accidente con incendio incluido en una sala norteamericana en la que fallecieron varios fans y que les hizo plantearse seriamente el mundo de la música. Pero parece que han recuperado las fuerzas y han vuelto para ofrecernos un nuevo disco en la habitual línea del grupo, con ese hard rock con toques bluesies e innegable influencia de sus adorados Led Zeppelin. Me ha llamado la atención como en la nota de prensa de la compañía catalogan a este disco como un trabajo de reunión, cuando curiosamente sólo permanecen en la banda dos de sus miembros originales, el vocalista Jack Russell y el guitarrista Mark Kendall, quizá hubiera sido más correcto catalogarlo como disco de regreso. Bueno, disquisiciones semánticas rebuscadas aparte, comentar que completan la formación el multiinstrumentista Michael Lardie, actualmente también como teclista junto a Night Ranger y que en este trabajo además se hace cargo de guitarras, coros, percusiones y harmónica, y el batería Audie Desbrow, dos músicos que ya llevan en la banda desde 1992 cuando lanzaron “Psycho City”, cerrando la alineación el recientemente incorporado Sean McNabb al bajo. El disco en sí no descubre nada nuevo, son los Great White de siempre con su sonido característico, pero con desigual fortuna a la hora de redondear las composiciones. Las hay ciertamente pegadizas y rockanroleras, como la que da título al disco, “Back To The Rhythm” llena precisamente de eso, de ritmo, y rollo puramente Great White de su mejor época, al igual que “Take Me Down” aunque esta algo más pesada, contrastando con la más melódica “Here Goes My Heart Again” con buenas y limpias guitarras de aires más cercanos al A.O.R. Tres buenos cortes tras los cuales la cosa se espesa y ralentiza en exceso en los siguientes cuatro, mucho más sosos y tranquilos, “Play On” en el que manda la acústica con cierto ambiente más moderno; “Was It On The Night?” más o menos lo mismo pero con mayor presencia del piano de Lardie dentro de un mejor tema sobre todo por sus guitarras más afiladas; “I’m Alive” sigue con la acústica en ristre, también algo modernita y sin demasiada gracia, mejorando algo con “Still Hungry” ya más viva y eléctrica pero sin grandes alardes a pesar de su buen estribillo. Sigue la mejoría a partir de aquí con la más rockera “Standin’ In The Edge” marca de la casa, con la casi sureña “Neighborhood” en la que se deja sentir la slide guitar de Kendall y con la versión del “30 Days In The Hole” de Steve Marriott que aparece con bonus track en la edición europea quedándoles bastante correcta y que los seguidores de Mr. Big recordarán que ya hicieron en su primer trabajo. Como contraste se completa el disco con un par de baladas bastante interesantes, como “How Far Is Heaven?” más sentida y en la que, esta vez sí, las acústicas dicen algo más que en las anteriores aunque tampoco acaba de subir, y la final “Just Yesterday” que es la mejor de todas las piezas tranquilas de la obra en la que insertan unos preciosos dibujos de guitarra y logran tocar la fibra. Un buen cierre para un disco un tanto irregular, con momentos que recuerdan a sus mejores tiempos, pero otros excesivamente espesos y faltos de chispa.

Mariano Palomo

EL RUIDO MALDITO “El Ruido Maldito”

(Locomotive Records)

No es nada fácil ser diferente, apostar por algo distinto. Sinceramente, en el mundo del rock nacional somos todos un poco planos. Todo suena al rock urbano de Marea o Sínkope, o bien al power metal de WarCry, Saratoga o Avalanch, pasando por el power rock con toques folk de Mago de Oz o Ars Amandi, por ejemplo. El sello Locomotive está apostando por bandas nuevas, con una estética, un sonido y una aportación diferente. Esta apuesta tiene sus riesgos, pero también supone un soplo de aire fresco en esta obsoleta y repetitiva escena del rock. Después de Neomenia, le toca el turno a otro grupo novel, llamado El Ruido Maldito. El Ruido Maldito son otra opción diferente. Cada uno de sus componentes aporta sus gustos e influencias musicales, que van desde el sonido de bandas 70, pasando por Soundgarden o Pearl Jam, además del hard rock USA de los 80. De todo ello nace un sonido tan distinto como ecléctico. Es curiosa la mezcla, pero por momentos recuerdan incluso a los Alice in Chains, sin olvidar a los últimos Skid Row o a Motley Crue. Suenan contundentes, sin tregua, y sus letras son íntimas y poéticas, pretenden llegar al oyente. El Ruido Maldito está formado por Carlos a la betería, Manu a las guitarras, Betty al bajo y Juan como vocalista. Este último pone la letra y la música de todas las canciones, ayudado en los arreglos por el resto del grupo. Son tan variados en sus gustos musicales como en sus nacionalidades (venezolanos, vascos, etc). Cómo single y video clip nos proponen "Mentiras", un corte intenso y profundamente rockero. El video clip se presenta como una roadmovie muy en la línea de Tarantino (lo encontrareis en You.Tube y en la página oficial de la compañía, Locomotive). Otras canciones sobresalientes son la pegadiza "Niñez", la poderosa y punk rock "Ruido" o la lírica "Noviembre". Me gusta la apuesta estética y musical de El Ruido Maldito por intentar ser diferentes. En un mundo tan opaco y monótono como el rock nacional, suponen aires frescos que pueden llegar a sorprenderte.

Jesús “Nono” García