miércoles, 10 de octubre de 2007

SAGA “10.000 Days”

(InsideOut / Mastertrax)

Más de Diez mil días, nada menos, son los que marcan la historia de esta banda referencia del rock progresivo desde que aparecieron en la escena musical de su Canadá natal en 1978 con su primer trabajo, y que han sabido mantener su nivel e influencia a lo largo de todo este tiempo. Y ahora en el 2007 se cierra una larga etapa de la historia del grupo con la salida del mismo de Michael Sadler, su vocalista de siempre, tras la grabación de este nuevo disco que pone un brillante broche a su gran aportación a la música de Saga. Parece que el resto de la formación seguirá adelante, con los hermanos Crichton al frente, para continuar teniendo el nombre del grupo en el primer plano del rock progresivo. Centrándonos en este disco, pocas sorpresas encontramos en el mismo, sonido limpio y cuidado al detalle, melodías deliciosas y demostraciones instrumentales de alto nivel para dar forma a sus nueve cortes, en los que Sadler, salvo en la brillante instrumental “Corkentellis”, sale por la puerta grande con su aterciopelada y cálida voz. Desde la apertura con la elaborada “Lifeline” se observa la calidad de todos los componentes del grupo, con unos teclados preponderantes de Jim Gilmour, unas poderosas guitarras de Ian Crichton, una pegada potente y precisa del batería Brian Doerner y una sólida presencia del bajista Jim Crichton que también ayuda en las teclas. Cortes como la curiosa en sus arreglos de teclas y guitarras “Book Of Lies”, la más comercial y magnífica “Sideways” que es carne de single, o la más lineal “Can You See Me Now” de reiterativo estribillo, destilan sinfonismo a cada segundo, para culminarlo en la citada instrumental “Corkentellis” que es un espectacular despliegue de habilidades musicales, sobre todo me ha encantado el trabajo del batería Brian Doerner. Encaramos la segunda pare con la tranquila balada “More Than I Deserve” llena de sonidos acústicos que resulta algo menos intensa, seguida de “Sound Advice” que vuelve a marcar territorios más rockeros, para volver a la acústica con el tema título “10.000 Days” que mejora a la anterior con un aire épico tremendo que dan unos coros que me recuerdan mucho a los primeros Asia, con unos fantásticos telcados de colchón dotando de solidez al corte. El final lo pone curiosamente “It Never Ends” en clave mucho más animada y optimista dejando un muy buen sabor de boca, aunque eso sí, es recomendable escucharse el disco más de una y dos veces para acabar de cogerle el punto como suele ser habitual con los trabajos de este estilo. Esperemos que Saga sigan adelante sin Sadler y continúen ofreciéndonos su buen hacer musical.

Mariano Palomo

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