miércoles, 23 de abril de 2008

KING’S X “XV”

(Inside Out / Mastertrax)

Veinte años han pasado ya desde que este trío tejano publicara su primer trabajo, “Out Of The Silent Planet”, convirtiéndose en este tiempo en una de las bandas de culto más reconocidas dentro del rock ecléctico, difícilmente etiquetable y que, para que nos entendamos, han hecho siempre lo que les ha dado la gana en cada momento. Eso sí, con bastante calidad instrumental y buen gusto, con sus lógicos altibajos, y tirando de la esencia del rock más crudo, pasando por el blues, el funky e incluso sonidos industriales más potentes que algunos han asociado con el progresivo. Y todo esto se refleja en el decimoquinto álbum, recogiendo esos ingredientes y volcándolos en un puñado de temas con desigual fortuna en su resultado final. Los hay realmente interesantes e intensos, llenos de rotundidad y energía rockera, como es el caso de “Pray” que se encarga de abrir el disco con cierto toque funky-industrial por su poderosa base, con el bajo muy presente del también cantante negro, Doug Pinnick, al igual que en la alegre, directa y cañera “Alright” acertadamente escogida como single y donde los sonidos más grajeros cercanos a los Ramones se hacen presentes. Igualmente interesante son “Go Tell Somebody” con pegadizos coros de esencia funky con aires gospel y una combinación notable de la percusión de Jerry Gaskill y las buenas guitarras de Ty Tabor dando brillo al tema, o la también enérgica “Move”, que a pesar de su inicio relajado va creciendo con buenos y rockeros riffs derivando en uno ritmos cercanos a Living Colour o Red Hot Chilli Pepers. No está tampoco mal “I Don’t Know”, un poco más melódica con voces más cercanas al pop indie y con guitarras más relajadas, y ya menos atractivas me resultan “Rocket Ship”, cañera, con riffs pesados y con unas voces dobladas demasiado opacas, como más o menos le sucede a la más original “Broke” aunque esta con unas guitarras más cuidadas y unos coros más limpios, despareciendo ambos elementos en su sucesora de tintes algo grunge “I Just Want To Live” que pone un toque más nublado y pesimista. Ese toque sigue pesado y oscuro presente en “Stuck” sobre todo en las guitarras, arreglándose un poco por las voces, que recuerdan algo al único grupo decente del estilo como fueron y siguen siendo Pearl Jam. Bajan bastante el nivel con las deprimentes y melancólicas “Blue” y “Repeating Myself”, perfectamente obviables, al igual que el primer bonus track “Love And Rockets (Hell’s Screaming)” demasiado oscura a pesar de su buen solo de guitarra. El otro bonus, “No Lie” que cierra el CD es una cachondada a ritmo de blues pesado que evoca cualquier noche de borrachera de la banda en la que de nuevo la guitarra destaca con un sonido hueco a lo Brian May que contrasta con la atmósfera de garito lleno de humo de traslada, aunque acaba siendo algo rallante. Cierre curioso, para un curioso e irregular trabajo, que no hace más que reflejar la identidad de este siempre original combo.
Mariano Palomo

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