miércoles, 16 de enero de 2008

SAINT DEAMON “In Shadows Lost From The Brave”

(Frontiers / Mastertrax)

Con este disco me ha pasado algo curioso. Cuando lo escuché las dos primeras veces me pareció que ya lo había escuchado antes, algo que me echaba un poco para atrás por lo que tiene de poco original y sorpresivo, pero a base de darle más vueltas en el reproductor me ha parecido un trabajo de lo más digno e interesante. Podríamos decir que este debut discográfico de Saint Deamon es una especie de catálogo o muestrario de los sonidos más representativos del metal melódico de los últimos años, barnizados con una gran producción y una pequeña capa de contemporaneidad, que no de modernismo estéril que por desgracia tanto abunda. No extraña tanto el sonido del disco viendo cual es el germen de la banda, originado por el núcleo creativo de Dionysus (que nos han dejado tres interesantes álbumes hasta la fecha), Ronny Milianowicz (batería), Nobby Noberg (bajo) y Toya Johanson (guitarra), además del experimentado productor Jens Bogren. La guinda del pastel la pone el vocalista noruego Jan Tore Grefstad que confirma las buenas sensaciones dejadas con su voz en los discos de Highland Glory, aportando potencia y profundidad a las buenas composiciones de Ronny que ha trabajado con gente de Hammerfall, Primal Fear, Ride The Sky, Edguy o Sinner entre otros, y cuyas influencias, además de algunas otras, se dejan notar a lo largo y ancho del disco. Tras la intro “The Exodus”, se abre el fuego con la potente “My Judas” de elaborada instrumentación, punzantes riffs y melódica línea vocal, un poco a lo Hammerfall; aunque eso sí, bastante menos que “Ride Forever” que parece directamente extraída de la discografía del grupo del martillo, con un clarísimo estribillo y que tiene pinta de estar pensada primordialmente para el directo. El tema título “In Shadows Lost From The Brave” tira más de doble bombo power metalero al uso y se adorna con buenas voces y guitarras más cercanas a Helloween o Edguy, cuya alargada sombra está bastante presente en otros cortes como “Black Symphony” que se queda un poco a medias, “The Brave Never Bleeds” con tintes más épicos, o en la destacada “Run For Your Life” que comienza relajada para ir creciendo con un muy buen estribillo y poner el cierre al álbum. Un tema éste último que podría haber sido elegido como primer single, pero en su lugar lo ha sido “My Heart”, el corte más actual que puede recordar por momentos a Dream Evil o a Heed y que ha acabado convenciéndome con su carga dramática y buenos arreglos, y eso que no me ha entrado por la vista con el soso vídeo que la acompaña y que se incluye en el disco. Además la voz Grefstad me recuerda a la de Tony Harnell en sus subidas, algo que se acentúa sobremanera en la lenta e intensa “My Sorrow” en la línea de temas como “End Of The Life” o “Child’s Play” de la mejor etapa de sus paisanos TNT, no en vano el vocalista colaboró con Le Tekro en su banda Wild Willy’s Gang. Entre medias quedan cortes más monótonos como la espesa y pesada “The Burden”, la más estridente “Deamons” que a pesar de sus buenas voces no acaba de convencerme, y caso aparte es el de “No Man’s Land” que parece querer aglutinar la filosofía del grupo y que sería de lo mejor del disco de no ser por un brusco y desatinado cambio de ritmo en su parte central que corta todo el rollo de una composición alegre, pegadiza y recordable, que se cargan con ese experimento. Estos tres cortes, junto con la falta de originalidad hacen que baje algo la nota del disco, pero en cualquier caso está bien ejecutado y producido y creo que gustará a los seguidores de las bandas citadas.

Mariano Palomo

No hay comentarios: