jueves, 3 de enero de 2008

BARÓN ROJO “Desde Barón A Bilbao”

(Santo Grial Records)

Ya era de hora de que Barón Rojo tuviera suerte, aunque fuera por una vez, con las compañías de discos. Este lanzamiento es la prueba de que no es tan difícil trabajar con un poco de cuidado y de profesionalidad. La presentación del digi-book es inmejorable, vienen todas las letras, hasta las de las versiones en inglés, y un álbum de imágenes que para qué contar. Impagable la foto de Carlos y Armando de niños practicando el tiro al blanco. Y vienen muchas más en los extras del DVD, junto a una entrevista, y un making off. En resumen, todo lo que es habitual en estos casos, pero con Barón es la primera vez que ocurre. Acostumbrados a la cutrez y a las chapuzas, me pregunto si se han acabado de hacer a la idea de por fin las cosas les han salido bien. En cuanto al contenido, que a la postre es lo que de verdad importa, nos encontramos con la doble versión, en audio y en vídeo, del concierto celebrado en Bilbao en Agosto pasado, del que ya dimos cumplida cuenta en su momento. Las gentes del lugar se volcaron en una noche que olió a suspensión desde horas antes. Como podemos ver por nosotros mismos, los bilbaínos son duros de pelar y no se acojonan por “un poco” de lluvia. Para la posteridad quedan plasmados su aguante y su incondicional fidelidad al rock. Como recompensa de los cielos, mientras duró la actuación el agua dio bastante tregua, sólo volvió a caer a ratos y más bien poca, aunque al ver las imágenes no lo parezca, porque la gente está calada ya hasta los huesos, y cuando las cámaras enfocan a las luces da la impresión de que llovía mucho más. Los barones se dejaron la piel para intentar estar a la altura de su público, y ni la mala pata de que se les rompiera el pedal de la batería se lo pudo impedir. Precisamente uno de los pocos retoques que hay es que se suprimió la versión de “Crossroads” que tocaron sin batería para dar tiempo a que Jose arreglara el desaguisado. Eliminar algo así parece bastante lógico. Por el resto, no recuerdo nada importante que se diferencie de lo ocurrido aquella noche. El repertorio fue el habitual de Barón desde la aparición de “Ultimasmentes”, presentando canciones nuevas como “Hombre de las Cavernas” o “Caballo Desbocado”, junto a sus grandes clásicos que no merece la pena ni mencionar. Recuperaron para la ocasión temas que llevaban no ya años, sino lustros sin tocar, las geniales “Bajo Tierra” y “Vampiros y Banqueros”, las grandes sorpresas de la noche, configurando un recorrido casi completo por la amplia discografía de la banda. Todos los músicos se encuentran en plena forma, el sonido es inmejorable, y ningún instrumento queda más alto que otro. Sólo Armando mete algo la pata al final, al ser totalmente incapaz de romper su guitarra por más hostias y patadas que la mete. Es todo tan perfecto, que resulta difícil de entender que Ángel Arias estuviera ya en esos momentos considerando la posibilidad de marcharse. Aunque Armando y Carlos se olían lo que se avecinaba, nada en ningún segundo del DVD lo hace suponer. Con la tremenda profesionalidad de los cuatro, se consigue transmitir una cohesión y un buen rollo que todos nos habríamos creído de no haber llegado la fractura apenas un mes después. No es nuestro cometido buscar culpables ni ahondar en la herida buscando el morbo. Ángel y Jose ya han explicado públicamente sus razones y con eso es suficiente. Si Barón Rojo sobrevivió a dos de sus miembros fundadores, perfectamente lo puede seguir haciendo ahora. En la práctica, más que la celebración de un aniversario del grupo, este trabajo ha resultado ser el documento histórico que sirve de homenaje a la que, sin duda, ha sido su mejor formación en los 18 años transcurridos desde la separación de la original.

Nacho Jordán

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