(Santo Grial Records)
Poesía y potencia, luz y sombra, esperanza y desasosiego, amor y odio, lirismo y agresividad, en definitiva “Muerte Y Vida”. A grandes rasgos así podríamos definir esta nueva maravilla creada por Rionda y compañía, un conjunto de contrastes perfectamente equilibrado y brillantemente realizado. Aunque por supuesto tiene más, mucho más, detalles tremendos en lo musical, con un sonido rotundo y directo que nos lleva a recordar inevitablemente a “Los Poetas Han Muerto” la obra cumbre de Avalanch hasta la fecha, pero barnizada con esos toques más agresivos y contundentes de su menos previsible “El Hijo Pródigo”. Pero no sólo por el sonido de los temas, lo de las letras ya es de absoluta matrícula de honor, pura poesía hecha metal, mostrando la eterna lucha entre muerte y vida de una forma maravillosa, y donde podemos aplicar perfectamente, según el tema, los adjetivos enumerados al principio. La labor musical de cada uno de los integrantes del sexteto es magnífica; de Rionda que vamos a decir ya que no hayamos dicho, probablemente el músico más creativo del país y que vuelve a salirse. No se queda atrás a la hora de doblar al líder de la banda Dany León con su guitarra, mientras Roberto Junquera aporta unos preciosos teclados a lo largo de todo el disco adquiriendo mayor protagonismo; la base sigue tan poderosa y presente como le estaba en anteriores entregas de la banda, con Fran Fidalgo al bajo desde los principios del grupo y con un Marco Álvarez que con su pegada seca y muchas ocasiones a contra tiempo resalta en buena parte de la obra. Punto y aparte es lo de Ramón Lage, impresionante como ha crecido este chico a la hora de interpretar los temas, mostrando una capacidad y un sentimiento enormes, además de haberse soltado muchísimo en directo como hemos tenido ocasión de comprobar este verano en el Granito Rock. Si a todo esto le añadimos una vez más el magistral trabajo en la portada de Luis Royo con ilustración marca de la casa, ya “sólo” nos queda entrar con los once temas que integran el disco. Se abre con “Angel De La Muerte” a base de teclas y redobles que contrastan con guitarras cañeras y saturadas que envuelven la voz de Ramón creando un buen comienzo al que sucede “Muerto En Vida” un corte más directo con buenísimos coros y estribillo y que parten en su desarrollo con un segmento lento a base de guitarras realmente brillante. Continúan con dos temas que tienen todas las trazas de convertirse en clásicos absolutos del grupo, “Pies De Barro” de inicio rompedor pero de desarrollo mucho más melódico con un estribillo y unos coros de nuevo matadores y con unas segundas guitarras que recuerdan a los irlandeses U2 de su mejor época; el otro tema que me da que va ser imprescindible en sus directos a partir de ahora es “Hoy Te He Vuelto A Recordar” con una estructura mucho más hard rockera y que me ha encantado. Aunque no menos que las dos joyas lentas que insertan en el CD, “Aprendiendo A Perder” con una letra estremecedora dedicada a un enfermo terminal (“Como una perla en su collar, encadenada a las demás”, no puedo evitar que se me pongan los pelos de punta cada vez escucho a Ramón recitar esta frase) que envuelven a base de teclas y acústicas, pero sin olvidar la fuerza que necesita el tema, sencillamente tremenda, al igual que la que cierra “Bajo Las Flores” que ofrece una visión más esperanzadora de la muerte, dentro de lo que cabe. Los sonidos más cañeros están más presentes en “Caminar Sobre El Agua” rotunda y compacta con buenos cortes de batería y con un Ramón incluyendo voces más oscuras, como ocurre en “La Prisión De Marfil” de aires más actuales. A medio camino se quedan “Otra Vida” con buenos dibujos de teclado aunque un pelín monocorde comparada con el resto pero igualmente más que válida, así como “Quien Soy” en la que las voces irrumpen con fuerza sobre un tempo más relajado y donde contrastan continuamente las guitarras más limpias con las más saturadas, y “Sombra Y Ceniza” en el que vuelven a enfrentarse mástiles y teclas creando un compacto y reñido duelo. A lo mejor pensáis que estoy exagerando, si es así, os invito a que escuchéis este “Muerte Y Vida” y juzguéis por vosotros mismos. Si no lo hacéis no sabéis lo que os estáis perdiendo. Sencillamente Inmenso.
Poesía y potencia, luz y sombra, esperanza y desasosiego, amor y odio, lirismo y agresividad, en definitiva “Muerte Y Vida”. A grandes rasgos así podríamos definir esta nueva maravilla creada por Rionda y compañía, un conjunto de contrastes perfectamente equilibrado y brillantemente realizado. Aunque por supuesto tiene más, mucho más, detalles tremendos en lo musical, con un sonido rotundo y directo que nos lleva a recordar inevitablemente a “Los Poetas Han Muerto” la obra cumbre de Avalanch hasta la fecha, pero barnizada con esos toques más agresivos y contundentes de su menos previsible “El Hijo Pródigo”. Pero no sólo por el sonido de los temas, lo de las letras ya es de absoluta matrícula de honor, pura poesía hecha metal, mostrando la eterna lucha entre muerte y vida de una forma maravillosa, y donde podemos aplicar perfectamente, según el tema, los adjetivos enumerados al principio. La labor musical de cada uno de los integrantes del sexteto es magnífica; de Rionda que vamos a decir ya que no hayamos dicho, probablemente el músico más creativo del país y que vuelve a salirse. No se queda atrás a la hora de doblar al líder de la banda Dany León con su guitarra, mientras Roberto Junquera aporta unos preciosos teclados a lo largo de todo el disco adquiriendo mayor protagonismo; la base sigue tan poderosa y presente como le estaba en anteriores entregas de la banda, con Fran Fidalgo al bajo desde los principios del grupo y con un Marco Álvarez que con su pegada seca y muchas ocasiones a contra tiempo resalta en buena parte de la obra. Punto y aparte es lo de Ramón Lage, impresionante como ha crecido este chico a la hora de interpretar los temas, mostrando una capacidad y un sentimiento enormes, además de haberse soltado muchísimo en directo como hemos tenido ocasión de comprobar este verano en el Granito Rock. Si a todo esto le añadimos una vez más el magistral trabajo en la portada de Luis Royo con ilustración marca de la casa, ya “sólo” nos queda entrar con los once temas que integran el disco. Se abre con “Angel De La Muerte” a base de teclas y redobles que contrastan con guitarras cañeras y saturadas que envuelven la voz de Ramón creando un buen comienzo al que sucede “Muerto En Vida” un corte más directo con buenísimos coros y estribillo y que parten en su desarrollo con un segmento lento a base de guitarras realmente brillante. Continúan con dos temas que tienen todas las trazas de convertirse en clásicos absolutos del grupo, “Pies De Barro” de inicio rompedor pero de desarrollo mucho más melódico con un estribillo y unos coros de nuevo matadores y con unas segundas guitarras que recuerdan a los irlandeses U2 de su mejor época; el otro tema que me da que va ser imprescindible en sus directos a partir de ahora es “Hoy Te He Vuelto A Recordar” con una estructura mucho más hard rockera y que me ha encantado. Aunque no menos que las dos joyas lentas que insertan en el CD, “Aprendiendo A Perder” con una letra estremecedora dedicada a un enfermo terminal (“Como una perla en su collar, encadenada a las demás”, no puedo evitar que se me pongan los pelos de punta cada vez escucho a Ramón recitar esta frase) que envuelven a base de teclas y acústicas, pero sin olvidar la fuerza que necesita el tema, sencillamente tremenda, al igual que la que cierra “Bajo Las Flores” que ofrece una visión más esperanzadora de la muerte, dentro de lo que cabe. Los sonidos más cañeros están más presentes en “Caminar Sobre El Agua” rotunda y compacta con buenos cortes de batería y con un Ramón incluyendo voces más oscuras, como ocurre en “La Prisión De Marfil” de aires más actuales. A medio camino se quedan “Otra Vida” con buenos dibujos de teclado aunque un pelín monocorde comparada con el resto pero igualmente más que válida, así como “Quien Soy” en la que las voces irrumpen con fuerza sobre un tempo más relajado y donde contrastan continuamente las guitarras más limpias con las más saturadas, y “Sombra Y Ceniza” en el que vuelven a enfrentarse mástiles y teclas creando un compacto y reñido duelo. A lo mejor pensáis que estoy exagerando, si es así, os invito a que escuchéis este “Muerte Y Vida” y juzguéis por vosotros mismos. Si no lo hacéis no sabéis lo que os estáis perdiendo. Sencillamente Inmenso.Mariano Palomo
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